Bucear preservando los ecosistemas marinos

La práctica del buceo se realiza con diversos fines: profesional, científica, turística, recreativa, entre otros, pero si esto se practica de manera irresponsable, puede dejar su huella negativa en el ambiente marino.

El 7 de setiembre se celebra el día Mundial del Buzo, por lo tanto, vamos a conocer cómo funcionan las normas técnicas en este campo y cuáles son sus beneficios para el medio ambiente.

El buceo se ha convertido en una práctica acuática cada vez más apasionante para aquellos profesionales y aficionados que aman inspeccionar los secretos que tiene el mar. Estas personas utilizan equipamientos especiales como máscara, chaleco estabilizador, aletas, entro otros insumos que les permiten sumergirse en el mar, moverse con comodidad decenas de metros bajo el agua a temperaturas bastante frías. La profundidad y el tiempo de sumersión depende del equipamiento utilizado, así como la destreza del buzo.

La práctica del buceo se realiza con diversos fines: profesional, científica, turística, recreativa, entre otros. Más del 95% de las inmersiones que anualmente se producen en el mundo corresponden al buceo recreativo, que se ha convertido en la pasión de millones de personas con el objetivo de conocer más sobre las maravillas del mundo submarino.

No obstante, si esto se practica de manera irresponsable puede dejar su huella negativa en el ambiente marino. Es por esta razón que INTECO cuenta con dos normas técnicas sobre buceo sostenible: INTE/ISO 21416:2019 e INTE/ISO 21417:2019, las cuales promueven técnicas de buceo que preservan los ecosistemas marinos al tiempo que fortalecen el compromiso de los buceadores con el comportamiento proambiental. 

La INTE/ISO 21416:2019 abarca todos los requisitos y orientación sobre prácticas ambientalmente sostenibles en el buceo recreativo, snorkel y buceo libre, con el fin de minimizar el impacto negativo en el medio ambiente acuático y optimizar los resultados positivos, e identificar y comparar proveedores de servicios que siguen las mejores prácticas ambientales.

INTE/ISO 21417:2019, por su parte, establece los requisitos para la formación en concienciación medioambiental de los buceadores recreativos, es decir, educar a los participantes en la conciencia y las prácticas ambientales sostenibles en las actividades de buceo recreativo.

Aunado a esto, se han desarrollado también normas a nivel internacional para quienes tienen las habilidades de un buceador y las utilizan en la recolección de muestras hasta la protección de los sitios del patrimonio cultural, en la ISO 8804, normativa que define los requisitos de capacitación para tres niveles de buceadores científicos, proporcionando a la comunidad orientación sobre prácticas seguras en diferentes condiciones experimentales y ambientales.

De esta manera, las normas técnicas generan un aporte importante y significativo a esta práctica que cada vez se vuelve más habitual entre los amantes del misterioso mundo marítimo y la protección de esta riqueza submarina.