Por: Organización Internacional de Normalización/ Epsy Campbell Barr, ex vicepresidente de Costa Rica; miembro del Foro Permanente de las Naciones Unidas para los Afrodescendientes
Vivimos tiempos difíciles que exigen un compromiso genuino con la transparencia y la eficiencia. La corrupción sigue siendo uno de los principales problemas que afectan a nuestros sistemas políticos y sociedades, obstaculizando significativamente el desarrollo, particularmente en los países más pobres y de ingresos medios, donde la vulnerabilidad a este fenómeno es alta.
Cada año, el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional clasifica a los países en una escala de 0 (altamente corrupto) a 100 (muy limpio). En 2022, más de dos tercios de los países obtuvieron puntajes por debajo de 50 y el promedio mundial fue de solo 43. Quizás lo más preocupante es que 155 países no han logrado ningún progreso significativo, o incluso han disminuido, desde 2012.
Es vital reconocer la corrupción como un problema multidimensional en todos los gobiernos, empresas y organizaciones. Conduce a ineficiencias en la gestión tanto de los recursos públicos como de las inversiones privadas, con impactos de gran alcance.
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Socavar la confianza
Sin embargo, el daño causado por la corrupción va mucho más allá de los sistemas financieros y la gestión de los recursos. Erosiona la confianza. La legitimidad del aparato estatal es crucial para garantizar la paz y la convivencia, evitando así el surgimiento de regímenes totalitarios y populistas que explotan el malestar y la insatisfacción ciudadana.
También existen vínculos concretos entre la corrupción, la delincuencia organizada y el terrorismo; una realidad que es demasiado evidente en algunas partes del mundo.
Al abordar la corrupción en todas sus formas, podemos salvaguardar las democracias y mejorar el bienestar general de los países y las personas en todas partes.
La lucha contra la corrupción conduce a una mayor confianza y estabilidad.
La transparencia es clave
La lucha contra la corrupción conduce a una mayor confianza y estabilidad. En un sistema limpio, los fondos públicos llegarán a sus destinos previstos, proporcionando una oportunidad extraordinaria para modernizar el aparato estatal y restaurar la credibilidad del sistema político. La transparencia es la clave para lograrlo.
Al mismo tiempo, las sociedades modernas se están moviendo rápidamente hacia sistemas de datos abiertos que buscan un mayor control y participación ciudadana. Es imperativo concentrar nuestros esfuerzos en crear conciencia entre todas las partes interesadas, públicas, privadas e internacionales, y alentarlas a adoptar las mejores prácticas. Al mejorar la transparencia, tenemos el poder de mejorar la eficiencia, la rendición de cuentas y la integridad.
Las normas internacionales ofrecen un marco integral de mejores prácticas y directrices que pueden ayudar a todos a prevenir y mitigar los riesgos de corrupción, desde gobiernos y empresas hasta individuos. Por lo tanto, estas normativas representan una oportunidad de mejora significativa para nuestros países, particularmente si van acompañados de plataformas y oportunidades para compartir mejores prácticas y experiencias.
Al adherirnos a las normas ISO, podemos contribuir significativamente a alcanzar los objetivos globales y abordar los desafíos, como los descritos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Las normas ISO centradas en la lucha contra la corrupción (ISO 37001), el fortalecimiento de la responsabilidad social (ISO 26000) y las adquisiciones más sostenibles (ISO 20400) son herramientas esenciales para los gobiernos. Con estos, las instituciones públicas pueden liderar con el ejemplo, mejorando su percepción pública y credibilidad.
En septiembre de 2023, la Reunión Anual de ISO proporcionará exactamente esa plataforma. Con un debate que aborde la gobernanza y las mejores prácticas en la lucha contra la corrupción, se dará prioridad a un enfoque sensible al género y se hará hincapié en la sostenibilidad ambiental como prioridades estratégicas.
Me siento honrada de haber sido invitado a hablar y destacar la importancia de las normas ISO en la lucha contra la corrupción. Su implementación no es solo un objetivo final en sí mismo, sino una parte clave de nuestros esfuerzos de colaboración en la lucha compartida contra la corrupción.
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Acerca de Epsy Campbell Barr
Epsy Campbell Barr hizo historia como la primera mujer negra vicepresidenta de Costa Rica (2018-2022) y de las Américas. Ha estado activa en asuntos afrocaribeños desde que ingresó a la política y es experta en temas de desarrollo social, participación política de mujeres afrodescendientes e igualdad. Epsy es actualmente miembro del Foro Permanente sobre los Afrodescendientes de las Naciones Unidas.
Epsy Campbell Barr hablará en la próxima Reunión Anual de ISO. Únase a la sesión en línea "Reconstruir la confianza: Todos juntos contra la corrupción" para obtener una visión pragmática de cómo las normas ISO pueden ayudar a desarrollar medidas contra el fraude y la corrupción en los sectores público y privado. Regístrese aquí.