Por: Organización Internacional de Normalización.
Una forma efectiva de hacer el bien por el medio ambiente y mantener un negocio fuerte es la implementación de un sistema de gestión ambiental (SGA). Herramientas y enfoques como la ISO 14001 son utilizados en todo el mundo por organizaciones que necesitan evaluar, gestionar y mejorar su impacto en el medio ambiente.
¿Qué es un sistema de gestión ambiental?
Entonces, ¿qué es un SGA y por qué es necesaria la gestión ambiental? Un modelo de SGA es un marco de políticas, procedimientos y prácticas que ayuda a las organizaciones a gestionar y reducir su impacto en el medio ambiente. Proporciona un enfoque estructurado para identificar, evaluar y mitigar los impactos ambientales.
Los objetivos principales de un SGA son garantizar:
Existen varios ejemplos de sistemas de gestión ambiental, pero uno de los más conocidos y utilizados es el ISO 14001. Esta norma internacional proporciona un enfoque sistemático de la gestión ambiental y es reconocida a nivel mundial.
A primera vista, un SGA puede parecer similar a un sistema de gestión de calidad (SGC), pero hay algunas distinciones importantes. La principal diferencia entre un SGC y un SGA es que un SGC (como ISO 9001) suele centrarse en mejorar el rendimiento relacionado con los productos, servicios y resultados de los clientes. Un SGA, por otro lado, tiene un enfoque específico en el impacto ambiental. Permite a las organizaciones establecer un plan de gestión ambiental, establecer controles ambientales y realizar un seguimiento de sus objetivos de gestión ambiental.
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Componentes clave de EMS
Los componentes clave de la gestión ambiental incluyen:
Comprender e implementar un SGA es crucial para las empresas que buscan reducir su impacto ambiental y contribuir a un futuro más sostenible. Proporciona un enfoque sistemático y eficaz de la gestión ambiental, ayudando a las organizaciones a alcanzar sus objetivos ambientales mientras mantienen la rentabilidad.
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Beneficios de implementar un SGA en tu negocio
Los beneficios de implementar un sistema de gestión ambiental son numerosos. Una de las más importantes es que ayuda a cumplir con las obligaciones de cumplimiento. Al implementar un SGA, las empresas pueden asegurarse de que cumplen con los requisitos ambientales relevantes. Esto no solo ayuda a evitar problemas legales y sanciones por incumplimiento, sino que también demuestra un compromiso con la gestión ambiental.
Un SGA también puede ayudar a abordar cuestiones fuera del ámbito del cumplimiento, como la gestión de la energía o el agua, y puede promover controles operativos más estrictos y la rendición de cuentas del personal. Algunos de estos beneficios son:
En última instancia, al integrar un SGA en sus operaciones, las empresas pueden fomentar una cultura de sostenibilidad y contribuir a un futuro más responsable con el medio ambiente. Ya sea que se trate de la reducción de residuos, la contaminación, las emisiones de gases de efecto invernadero, la conservación de recursos o la promoción de otras prácticas ecológicas, un SGA permite a las organizaciones realizar cambios ambientales positivos sin dejar de lograr sus objetivos comerciales.
Tipos de sistemas de gestión ambiental
Existen varios tipos de SGA y enfoques para la gestión ambiental, por lo que es importante que las organizaciones elijan el que mejor se adapte a sus necesidades. Las empresas podrían optar por desarrollar su propio sistema a medida desde cero que ponga sus objetivos, recursos y estrategias en el centro de su plan de gestión ambiental. Un SGA interno se integrará perfectamente con las operaciones de una organización, pero requiere una gran cantidad de tiempo y capital para desarrollarse de manera efectiva.
Un enfoque más práctico y rentable es seguir las mejores prácticas existentes. El uso de normas y directrices internacionales permite a una empresa centrarse en conseguir una gestión medioambiental adecuada sin necesidad de invertir recursos en el desarrollo de su propio sistema de SGA. Normas como la ISO 14001 ya están alineadas con las obligaciones de cumplimiento, proporcionando enfoques y directrices que son fáciles de seguir para las empresas.
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¿Qué es la norma ISO 14001?
La norma ISO 14001 proporciona los criterios para un SGA que una organización puede utilizar para identificar, rastrear y mejorar su desempeño ambiental, cumplir con sus obligaciones de cumplimiento y lograr sus objetivos ambientales. La norma puede ser utilizada en su totalidad o en parte por cualquier organización, independientemente de su tamaño o industria, que quiera fortalecer su acción ambiental; ya sea mejorando la sostenibilidad de un producto, las operaciones de una empresa o los servicios que presta.
¿Qué es el ciclo Planificar-Hacer-Verificar-Actuar?
La norma ISO 14001 se basa en el modelo de mejora continua Planificar-Hacer-Verificar-Actuar (PDCA). A través del ciclo PDCA, las empresas pueden adelantarse a las cambiantes necesidades y expectativas ambientales. Pueden identificar áreas de mejora, implementar soluciones innovadoras y realizar un seguimiento de su progreso hacia sus objetivos ambientales. Este proceso iterativo garantiza que el SGA siga siendo eficaz y esté alineado con los objetivos empresariales de la organización.
Pasos prácticos para implementar un SGA exitoso
La implementación de un SGA puede parecer una tarea desalentadora, pero, con un plan claro y la participación de las partes interesadas, cualquier empresa puede integrar con éxito la metodología de gestión ambiental en sus operaciones. Los siguientes pasos pueden servir como un punto de partida útil:
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La importancia de la mejora continua
La mejora continua es un aspecto fundamental de cualquier SGA exitoso. Con el fin de gestionar y reducir eficazmente su impacto ambiental, las organizaciones deben estar preparadas para medir regularmente su progreso y cambiar los planes si encuentran una mejor manera de hacer algo.
Priorizar la mejora continua permite a las empresas lograr la sostenibilidad a largo plazo y cosechar los beneficios de la reducción del impacto ambiental y el aumento de la eficiencia. Permite a las organizaciones responder a los nuevos requisitos ambientales, las tendencias de la industria y las demandas de los consumidores, sin dejar de ser competitivas en el mercado.
Al adoptar el ciclo PDCA y esforzarse constantemente por lograr un mejor desempeño ambiental, las empresas pueden tener un impacto duradero en sus operaciones y contribuir a un futuro más sostenible.