Normalizando para una nueva normalidad

Maynor Chavez - INTE CTN 62

La pandemia del COVID-19 nos vino a enseñar a muchos que sí es posible tener colaboradores y colaboradoras trabajando remotamente.  Sin embargo, muchas organizaciones no se han dado a la tarea de normalizar esta nueva etapa de la sociedad y seguimos utilizando las mismas políticas que teníamos previo a la pandemia.

Es un hecho que el trabajo remoto vino para quedarse. Hoy la forma de trabajar ha cambiado; los que nunca -o eventualmente- trabajábamos remotamente tenemos ya más de 2 años de estar trabajando bajo esta modalidad; los candidatos valoran hoy más una oportunidad laboral que ofrezca esta flexibilidad que otros beneficios que pudieran tener y si como organización no la tenemos, nos podemos ver en apuros para poder atraer e incluso retener el talento idóneo para nuestra organización

Ante este reto, debemos revisar nuestras políticas y actualizarlas, estableciendo cómo debe ser tratado cada grupo de trabajadores de acuerdo con la modalidad de trabajo que estos tengan (remoto, presencial o híbrido), de manera que se pueda dar continuidad al negocio y no poner en riesgo a este, solo por estar “atados” a políticas que repentinamente, se vieron desactualizadas. Estas nuevas políticas deben garantizar una equidad de trato para todos los(as) colaboradores(as), con los respectivos bemoles del caso.

Normalizar procesos para este tipo de nuevos esquemas de trabajo no es asunto fácil, y requiere, además de la experiencia del profesional en RRHH, una mentalidad abierta a nuevas opciones, ideas y formas de realizar las labores, enfocando el pensamiento a que lo que importa es el logro del objetivo.  Como parte del trabajo que realizamos en el INTE CTN 62, 9 profesionales en el área de RRHH hemos trabajado la INTE/ISO 30415:2021 Gestión de recursos humanos - Diversidad e inclusión y la INTE/ISO 30408:2020 Gestión de los recursos humanos - Directrices sobre gobernanza humana, entre otras, donde se establecen los requisitos mínimos que debe tener una organización para poder lograr la calidad en la gestión del capital humano.

Es con este tipo de desafíos que el trabajo de los y las profesionales en recursos humanos en su rol de asesores de las distintas áreas de la empresa se convierte en el de un(a) asesor(a) experto(a) en el tema, aportando su conocimiento en pro de la normalización del negocio, convirtiéndose en un socio estratégico de negocio y ganándose una silla en los consejos de las empresas.