Por:  Mauricio Chicas Romero, presidente del CTN 66 SC 01 Tratamiento y reúso de aguas residuales.

El agua dulce es un recurso vital para las actividades humanas, pero la demanda de agua de las ciudades, las industrias y la agricultura puede poner en riesgo la disponibilidad de los recursos. Se necesitan prácticas sostenibles y normalizadas de gestión del agua que promuevan un uso más eficiente para garantizar la calidad y disponibilidad a largo plazo. El Comité Técnico CN66SC01 durante algunos años realizó la revisión y publicación de las Normas de la familia INTECO/ISO 17075 que tratan acerca de los fundamentos, puesta en marcha, control y evaluación de sistemas de reutilización de agua para riego; lo cual es indispensable para un adecuado uso de las aguas tratadas, pues define parámetros aptos para la reutilización de forma segura para los cultivos.

La agricultura la que más demanda agua dulce a nivel mundial y representa alrededor del 70% de todas las extracciones en todo el mundo. El riego es la principal actividad consumidora de agua en la agricultura, particularmente en las regiones áridas y semiáridas donde las precipitaciones son insuficientes para sustentar el crecimiento de los cultivos. Sin embargo, el uso excesivo de agua para el riego puede provocar escasez, agotamiento de los recursos subterráneos y degradación del suelo. Las prácticas agrícolas sostenibles que reducen el consumo de agua, como el riego por goteo y la recolección de agua de lluvia, pueden ayudar a reducir la demanda de agua dulce en la agricultura y promover un uso más eficiente del agua.

Análisis de la posible gestión del agua dulce

Tanto el uso de aguas residuales tratadas para riego como el reciclaje de aguas residuales tratadas pueden ser efectivos para reducir la demanda de recursos.

Pueden aplicarse varios enfoques diferentes para la gestión del agua, cada uno con sus beneficios y desafíos. Identificar las áreas más urgentes para la inversión y la acción requiere una mejor comprensión de estos diferentes enfoques. A continuación, se describen 5 modelos de gestión del agua que podrían implementarse.

Si bien el tratamiento y la disposición segura de las aguas residuales es una tarea crítica para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, también puede ejercer una presión significativa sobre los recursos hídricos, principalmente cuando el agua se dispone en un lugar en donde no propicia la recarga de los acuíferos o la generación de lluvia en los sitios aguas arriba de la fuente.

La reutilización para el riego de las aguas residuales municipales e industriales pueden reducir la extracción de agua dulce hasta en un 30 %. Sin embargo, este enfoque requiere inversiones significativas para abordar las distancias geográficas entre las áreas urbanas y agrícolas.

Al devolver las aguas residuales tratadas a su origen y reciclar una parte de ellas, la extracción de agua dulce puede reducirse hasta en un 37 %. Este enfoque requiere inversiones sustanciales porque el agua recuperada requiere de una calidad que se ajuste al uso que se le vaya a dar o ser propicia para reincorporarse al ambiente, en el lugar adecuado.

Aplicar sistemas de gestión y tecnologías eficientes de riego puede reducir la demanda de agua fresca para riego hasta en un 50 %. Si bien este modelo requiere inversión en todos los niveles de producción agrícola, puede ser menor que la inversión para el reciclaje de aguas residuales tratadas y el retorno a la fuente de las zonas urbanas y la industria. Desde el CTN66SC01, todos los expertos de las diferentes áreas unen esfuerzos por generar soluciones que ayuden al país a lograr la reducción de la demanda de agua fresca y el aprovechamiento de las aguas residuales tratadas con fines de riego.

Irrigación o reciclaje

El uso de aguas residuales tratadas para el riego puede no ser adecuado para todos los cultivos o condiciones de cultivo, ya que algunos cultivos pueden ser más sensibles a los contaminantes o requerir agua de mayor calidad, de allí la importancia de aplicar Normas Técnicas, como, por ejemplo, la familia de normas INTECO/ISO 17075 e INTECO/ISO 24516 que definen principios aptos para un manejo seguro del agua con beneficio para los cultivos.

El reciclaje de aguas residuales tratadas permite su aprovechamiento para usos no potables, como los sanitarios o los procesos industriales. Al reciclar las aguas residuales tratadas, se pueden conservar los recursos de agua dulce y se puede reducir la demanda general. El reciclaje de aguas residuales tratadas puede requerir una inversión significativa en infraestructura y tecnologías de tratamiento, lo que puede no ser factible en todos los contextos.

En última instancia, la elección entre utilizar aguas residuales tratadas para riego o reciclar aguas residuales tratadas dependerá de una serie de factores específicos del contexto local, y puede ser necesaria una combinación de enfoques para lograr los objetivos de gestión sostenible del agua. El Comité CTN66SC01 sigue trabajando continuamente para lograr un manejo más adecuado del agua residual con miras a la sostenibilidad y valorización.